Hay días en los que todo parece urgente.
Todo es ahora.
Todo es más.
Todo es ya.
Y sin embargo,
hay quienes eligen ir lento.
Pausar.
Respirar antes de responder.
No entrar en la carrera,
porque entienden que no vinieron a competir.

A veces el mundo no entiende eso.
A veces incluso tú
te sientes fuera de lugar por necesitar ir más despacio.
Pero no estás solo.
No estás fuera.
Estás en tu ritmo.
En tu camino.
Elegir la calma no es rendirse.
Es no dejarse arrastrar.

Este dibujo nace de ahí.
De la necesidad de representar esa presencia suave.
Esa forma de resistencia silenciosa
que dice:
“No voy más rápido porque no me conviene. No me sirve. No me hace bien.”
A esto lo llamo ilustración emocional.
Dibujar lo que se siente antes de entenderlo.
Poner en imagen lo que no siempre se puede explicar.
Este dibujo es para quienes caminan distinto.
Para quienes han aprendido
que no todo se soluciona corriendo.
Que a veces la respuesta está en quedarse quieto un momento más.

Si también sientes esto,
llévate este dibujo contigo.
Y si alguna vez necesitas ilustrar lo que te pasa por dentro,
escríbeme.
